Algunas veces pensaba que aquello era injusto: una para tres (o tres para una, según se quisiera ver). Pero no había nada que pudieran hacer y los cuatro habían aceptado la situación sin rechistar. Al menos a él le tocaba de primero después de ella; los otros tenían que esperar rigurosamente su turno.
Sin embargo, el hecho de que nunca pudieran llegar a coincidir juntos provocaba momentos desesperados en los que, en sus soledades, los unos jugasen a imitar a los otros. A veces les salía tan bien que confundían a todo el mundo...
Esta vez se quedó dormido en la silla. Había gente para todo: los que se alegraban, los que se cabreaban, otros a los que les daba exactamente lo mismo... y hasta más de uno se le plantó delante con una libreta de apuntes para estudiar tal situación. ¡Serán tontos!, pensaba; porque aunque se hubiera quedado dormido, en la silla él ya no estaba; era el otro, el que venía después, y que le estaba imitando..¡je!
Y es que el tiempo se había cumplido. Cuando las hojas secas y caídas de los árboles comenzaron a tapizar el suelo, ya el siguiente estaba allí ocupando aquel sitio, un espacio que solamente sería suyo por unos meses, exactamente lo mismo que cada uno de los demás: como ella, la Primavera, que había estado antes que él; y como el otro, el Invierno, haría después de que el Otoño terminase su turno en la silla en la que, hasta ese momento, había estado sentado él, el Verano.
-------------------------------------------------
(Imagen: "Banco individual" por © Francisco Lapuerta Amigo. Derechos reservados. Blog: バルセロナ ブログ )
Queridos amigos, estimados lectores:
ResponderEliminarQuerer escribir y no poder..., sentirse en la piel de aquel escritor...; "Promiscuo literato" lo intentaba; no sé si lo logró. Gracias por las visitas, las lecturas y los comentarios.Ver una imagen y a la vez ver salir palabras de ella... Unirlas luego y presentarlas: un juego interesante. Francisco Lapuerta Amigo consigue con sus fotografías algo que a aquel literato en algún momento se le escapó. Con una de sus imágenes ilustro el nuevo post, "Una para todos", que hoy presento e invito a leer en Meiga Noite de Lúa.
Gracias, mi querido amigo Francisco, por permitirme expresar lo que tus imágenes me cuentan e ilustrar esas historias con ellas.
Biquiños.
Carmen
Muy bueno tu escrito
ResponderEliminarUn saludo afectuoso
Crmen, muy bien descrito, con un toque especial, el transcurrir de las estaciones. Aunque últimamente se escaquean mucho.
ResponderEliminarMe encantó, un abrazo fuerte.
Carmen que relato mas impresionante, al principio pensaba en los 3 mosqueteros pero me diste la sorpresa con ese final...felicidades.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
fus
Original descripción dela sucesión del tiempo cuatro personajes que se llevan solo 4meses y parecen de distintas generaciones.
ResponderEliminarno solo original , también profunda.
un beso
Como va cambiando siendo siempre lo mismo.
ResponderEliminarQue expresivo y real.
Es parecido a lo que siempre he dicho:
El envejecer no tiene ningún mérito. Es solo dejar pasar los días y verlos pasar.
Saludos manolo
Las historias que nos podrían contar si pudieran. Seguro que cada estación le dejó un buena colección. Un abrazo.
ResponderEliminarPero mira qué extraño... llevando más lejos la alegoría, pensaba que mientras allí donde tú vives está sentado un señor, hasta aquí vino el otro. Es decir, están muy bien organizados.
ResponderEliminarBuen relato.
Un beso enorme.
HD
Querida Carmen:
ResponderEliminarhe tratado en los ùltimos tiempos de dejar de vez en cuando un comentario a tus entradas, que encuentro siempre interesantes y estimulantes a la reflexiòn
me encuentro que muchas veces el comentario no se ha registrado..
un saludo y gracias por pasar
Blas
Disfruto de ese ilusionismo con el que nos fuerzas a descubrir a los protagonistas, llevándonos desde los mosqueteros hasta un grupo de indigentes amigos que se turnan para disfrutar lo poco que el mundo les va dejando de disfrutable.
ResponderEliminarBuen micro, Carmen.
Mi felicitación admirada.
Hola Carmen. No soy un ratón y me la has dado con queso -a lo mejor es porque el queso me encanta-. En fin, yo ahí esperando que se levantara ese señor de la silla y resulta que era este perezoso verano. Muy chulo.
ResponderEliminarUn abrazo
Esa es una silla con magia...el problema es que no todo el mundo puede ver lo que hay dentro de ella...por que para eso necesita dos cosas....paciencia y mucho amor.....mientras tanto ..y hasta que no llegue invierno esa silla mantendra el espiritu otoñal que tanto me gusta....no tengo prisa y aqui andare veindolas venir..
ResponderEliminarsaludos.
y mientras ellos van y vienen, la que sufre el paso de todos ellos de manera estoica es la silla que aguanta hasta el final -siempre hay un final para todo- sin inmutarse. un beso.
ResponderEliminarPrecioso relato.
ResponderEliminarY me dejas pensando en esa sucesión de estaciones. Que siempre aportan algo y también nos lo quitan, y así se va viviendo.
Un abrazo.
Jaja, me sorprendió descubrir de quiénes se trataba. Me pareció ocurrente y divertido, Carmen.
ResponderEliminarUn beso
Carmen, de momento no sabía de que iba, me imaginé tantas cosas, pero el desenlace que deja ver que los personajes eran las estaciones me pareció bastante ingeniosillo.
ResponderEliminarSaludos :)
Interesante e imaginativo relato. He quedado encantado de haberlo leido.
ResponderEliminarUn beso.
Siempre geniales las cosas que nos dejas...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Muy imaginativo el relato. Yo que estoy recordando últimamente cosas relacionadas con la mili, me viene a la memoria una reflexión. Un compañero me relevó de la guardia de una garita. Y otro me dijo:
ResponderEliminar-¿No te entra dolor de cabeza solo con pensar que en esa garita siempre tiene que haber alguien de guardia? Algo parecido pienso de la silla.
Encontré este blog a través de Torosalvaje y me pareció interesante. Quisiera seguir visitándolo. Saludos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato.
ResponderEliminarMuy bien el final.
Bien llevado.
Besos.
Niña... me dejas pasmadita :)
ResponderEliminarEscribir es realmente dificil.
Mis mas fervientes aplausos!!!
Bicos!!!
Nunca se me habría ocurrido relacionar las estaciones del año con una silla, lo has hecho muy bien.
ResponderEliminarBesos.