¡Clin, clan! ¡clin, clan! ¡clin, clan! ¡clin, clan!
Era feliz en el aula de música.
¡Ta-chán! ¡ta-chán! ¡ta-chán!¡ta-chán!
Juegan los niños con los instrumentos.
¡Po-pom..! ¡po-pom..! ¡po-pom..! ¿po...?...¿pooom..?
El latido del corazón se equivocó
y al aula de música...
ya nunca volvió.
Hola queridos amigos, estimados lectores:
ResponderEliminarSorprendida por el interés sobre la veracidad o ficción de "Tarde, como siempre", quiero agradecer vuestros comentarios y satisfacer en lo posible vuestra curiosidad; por ello en dicho post he dejado un breve resumen sobre el tema y lo he hecho en forma de comentario que todos podeis leer.
El próximo día 22 de noviembre se celebra Santa Cecilia, patrona de los músicos, festividad que desde hace muchos años siempre tengo presente, del mismo modo que el patrono de los maestros y, por ello, he querido ilustrar el nuevo post con una fotografía de la que fué mi última aula de música, y un recuerdo de entonces al que he titulado "¡Música, maestra!". Os invito a leerlo.
Un abrazo muy fuerte, felicidades a los músicos, a todas las personas que se dedican de una forma u otra a tareas relacionadas con ella y, sobre todo, a todos los colegas: maestros y profesores de música.
Biquiños.
Carmen.
¿Se murió?
ResponderEliminar:(
No, Linda Flor, estoy aquí..., pero ya no puedo volver allí.
ResponderEliminarBiquiños!
Esas sístoles y diástoles han tomado un ritmo de free jazz, lo que habría que respetar, pues ese estilo siempre tiene admiradores. Así y todo, preferiría el 2/4 por un largo tiempo ;)
ResponderEliminarBesos.
HD
Hola Humberto. Qué te puedo decir... te diré que algunos ritmos, a pesar de todo, se mantienen e incluso han mejorado; la tranquilidad obligada les ha ayudado a conseguir controlar latidos y pulsos en obras más complejas, largas y exquisitas que se pueden disfrutar más. Algunas veces, incluso, el Da Capo se presenta inesperadamente. La música está dentro de nosotros y puede sorprendernos cuando menos lo esperamos. Nunca dejemos la música de lado, aunque no podamos volver al aula.
ResponderEliminar¡Biquiños!
Mi hermana está aprendiendo a tocar piano, y mi sobrina el violín. Yo, de vez en cuando hago alguna cosilla con mi organito electrtónico.
ResponderEliminarQue no pare la música.
Saludos.
Un muy buen homenaje a los músicos querida Carmen, hace tanto que no toco que creo que se me olvidó, pero he cambiado las teclas musicales por la de un ordenador que por desgracia no suena lo mismo.. La vida siempre te cambia el rumbo, ¿o somos nosotros los que lo cambiamos? a veces no lo tengo claro, pero lo cierto es que somos como notas bailando en la canción de la vida hasta que se termina.
ResponderEliminarBesos ( Y perdóname porque últimamente no tengo ni tiempo ni ánimos para dedicaros y dedicar al blog, esporádicamente escribo lo que siento en un momento rápido y lo plasmo..)
Hay tantas cosas que de niños haciamos y que no volveremos hacer....el tiempo pasa y las obligaciones nos roba la fantasia y la magia que de niño adquiriamos como nuestro mejor secreto...pero que siga la musica y que no pare...puesto que esas notas solo me llevan a lo mas profundo de mi ser...el alma..eso no se pierde...no.
ResponderEliminarUn abrazo...bico.
Carmen,la siguiente frase se la cuelgan a Napoleón:
ResponderEliminar"La música es el menos molesto de los ruidos".
Me gusta la música y para cada momento la más adecuada.
Es una pena que el metrónomo de su cuerpo se parara.
Saludos, manolo
SIEMPRE ME GUSTÓ LA MÚSICA Y CANTAR AUNQUE NUNCA supe distinguir un do de un re o un fa. Todos me dicen que canto los boleros y los pasodobles con ritmo de tango.
ResponderEliminarMe alegro que tus tic tac sean ahora mas rítmicos y armoniosos.
Un beso
Estos días inundan mi casa las notas del Himno de la Alegría perpetradas en una flauta por una alumna de 5º de primaria. A veces creo que mi corazón también dejará de latir. ;o)
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno Carmen , aunque no puedas volver a aquella aula de mùsica siempre tendràs su recuerdo.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
fus
ResponderEliminarTú alma de niña aun sigue dentro de esa aula disfruntando de las satisfaciones que te tine deparada la vida, bajo un tul de protección.
Un abrazo de sueños que el tiempo va robando lentamente.
María del Carmen
Que suerte que tenemos los recuerdos, que de alguna manera son el certificado que hemos estado ahí.
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues felicidades a todos los músicos.
ResponderEliminarhay a veces post tuyos que no sé cómo comentar y este es uno de ellos porque me llega al alma. besos.
ResponderEliminarHay ocasiones que debemos cerrar capítulos y no digo novelas porque al igual que varias novelas como algunas de kafka no tienen punto final...tampoco puntos suspensivos, al final quise decir.
ResponderEliminarPero siempre que se cierra uno, hay otro que ya se ha abierto y que puede ser toda una aventura tan emocionante o más que el que acaba de pasar.
Un abrazo!!!