Debí abandonarlo la primera vez que me forzó, en plena luna de miel. Él sabía que no me había sido nada fácil seguir adelante tras aquel episodio de mi infancia. Diga lo que diga el psicólogo, tiene que ser cierto que los traumas existen y la vida tras una violación nunca es sencilla, eso sí lo sé.
Dicen que estas cosas son como una rueda y tienden a repetirse. Otros dicen que es que una se lo busca. De lo que estoy segura es que yo no lo he buscado, pero tras una vez luego vino otra. Todos son iguales y al final, tarde o temprano, lo único que quieren es lo mismo. Da igual si me niego, si les grito que no, si intento escapar. Soy físicamente mucho más débil y pueden conmigo.
Al principio dicen que les vuelvo locos, que nunca han conocido una mujer así, que les ha tocado la lotería conmigo, que nunca habían sentido tanto placer... Pero después, no sé; no sé lo qué les pasa: un día va y yo no quiero, pero se empeñan en que sí.
Ya me he cansado. Por lo menos éste no lo volverá a hacer más. Esperé a que se durmiese después de lo de anoche.
Dicen que estas cosas son como una rueda y tienden a repetirse. Otros dicen que es que una se lo busca. De lo que estoy segura es que yo no lo he buscado, pero tras una vez luego vino otra. Todos son iguales y al final, tarde o temprano, lo único que quieren es lo mismo. Da igual si me niego, si les grito que no, si intento escapar. Soy físicamente mucho más débil y pueden conmigo.
Al principio dicen que les vuelvo locos, que nunca han conocido una mujer así, que les ha tocado la lotería conmigo, que nunca habían sentido tanto placer... Pero después, no sé; no sé lo qué les pasa: un día va y yo no quiero, pero se empeñan en que sí.
Ya me he cansado. Por lo menos éste no lo volverá a hacer más. Esperé a que se durmiese después de lo de anoche.
Ahora no sé, hay mucha gente en la casa. Me preguntan qué ha pasado, yo no me acuerdo; me han quitado las tijeras de la mano y se han llevado ese colgajo ensangrentado que apareció en el jardín, junto a la caseta de Laika; creo que la perra lo tenía agarrado entre sus dientes. Yo no me acuerdo de nada; solamente sé que él no volverá a forzarme nunca más.
Hola amigos, estimados lectores:
ResponderEliminarQuiero agradecer los comentarios en "¡Música, maestra!", las visitas al blog, lecturas, todo vuestro cariño y, hoy, invitaros a la lectura de "Entre los dientes de Laika". En este nuevo post prefiero dejaros a vosotros los comentarios...
Un fuerte abrazo.
Biquiños.
Carmen
Me he quedado sin palabras, :S, la violación es algo horrible para quien lo vive, y aun con ese tipo de "venganza", estoy segura que eso no es algo que se llegue a superar, pero tal como lo relatas, al menos queda la tranquilidad de que ya no la volverán a forzar.
ResponderEliminarSaludos
ese colgajo en lugar de darselo a laika lo hubieres preparado con huevo asi como si fuera tocino jejeje
ResponderEliminarxhaludos Lorena Bobbitt!
oh que diga Carmen!
;-)
Carmen, a pesar de la dureza del tema que trata, me ha gustado esa óptica original y ese final justiciero. No entiendo como se puede buscar el placer violando, es contra natura.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Me ha gustado tu magnífica narración Por desgracia tú ya sabes , o debieras saber que siempre hubo ""homes , homiños , macacos e macaquiños""
ResponderEliminar¡Claro que tengo que comentar , siempre miro al cielo y suelo "encontrarme" con la Luna.
Un beso
Una entrada muy fuerte y la impotencia antes estas situaciones deben romper la normalidad para llegar al final del relato.Tomarse la justicia por tu mano te puede llevar a romper toda una familia, comprendo la rabia y el dolor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
fus
¡Que difícil resulta salir del maltrato y que fácil es caer en él!
ResponderEliminarMas allá del final duro que has elegido y que le sienta a la perfección al relato, has manejado esta historia con la profundidad emocional que requiere. Con una prosa fluida, suave, nos adentras en el alma de esa mujer.
Noraboa, Carmen.
Un abrazo.
Sempre que visito seu blog me deleito com suas palavras, aprendo um pouco mais o espanhol e saio mais gente...!
ResponderEliminarUfff querida Carmen muuuuuuuuuuuuuuuy fuerte !! Y por desgracia tan actual,
ResponderEliminarViolación son palabras mayores..! Pero nunca es bueno tomarse la justicia por la mano!!
Me encanta como escribes Carmen soy una admiradora tuya ¿lo sabes?
Biquiños
Para las violaciones, o para cualquier otro tipo de delito está la justicia, pero no la de tomársela uno por su propia mano. Después de lo de Bobbit parece que pueda estar bien ésta práctica de arrancar los colgajos pero yo diría si también verían bien, en el caso de que fuese violadora, que le cosiesen el...
ResponderEliminarUn abrazo Carmen
Es un pelin peliagudo este asunto...no me gusta opinar sobre estas cosas....pero me mojare y solo dire que esta gentuza les cortaba el pito...sin mas....un abrazo y un besote..te lo mereces.
ResponderEliminarBiquiño.
la pobre laika deprimida se dirá: "creo que ya han empezado a no quererme; no sólo no me han colocado la comida en el plato, si no, que han empezado a tirarme porquerías por la ventana del dormitorio, aaaaaaauuuuuuuuuuuu,sniff, sniff"
ResponderEliminarMe llevé la mano automáticamente allá abajo... sólo te puedo decir eso.
ResponderEliminarUn beso enorme.
HD
¿Tan malo habías sido, Humberto?
ResponderEliminar(Creo que ya está dada la respuesta)
Biquiños!
Ya de principio, las fotos de las tijeras, te imponen un poco.
ResponderEliminarLuego el relato te llena de ¿rencor?, ¿rabia? que casi te haces cómplice de ella.
Buena narración, que la vives al leerla, prueba de ello, que tomas partido del descenlance.
Lo que acabo de publicar (no tan bueno), arranca una sonrisa, espero vengas a verlo.
Saludos, manolo
Yo tengo una perra que se llama Laika !! .... No se vuelve a dormir en mi cama... u_u
ResponderEliminarEste es mi correo aartabro@yahoo.es.
ResponderEliminarPor si quieres tomar un café.
Un beso
eso es cortar... por lo insano, Carmen. Merecido, si hasta en la luna de miel así fizo el muy.
ResponderEliminarsaludos blo
Carmen, gracias por tus palabras en mi blog.
ResponderEliminarY lo de Xhabira, yo lo veo más arriba en su comentario.
Y ha sido tan amable, que ha visitado mi blog y lo ha insertado en mis seguidores.
Saludos, manolo
Pobre Laika ella pagó los platos rotos, pero merecido se lo tenía el tipo.
ResponderEliminarBesos Carmen.
Realmente es un relato fuerte, trágico, espantoso como es la violación y máxime si es repetitiva.
ResponderEliminarEl final acorde con el delito y con la pena. Ojo por ojo.
Un beso.
Muy buena la narrativa aún siendo tan dura y tan dramática.
ResponderEliminarque tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.
Hoy se celebra el día contra la violencia de género. Los feminicidios, abusos físicos y psíquicos, esclavitud sexual comercial y de "matrimonio", ablación, deprecio, desprecio y vulgarización de la sexualidad y del deseo femeninos aumentan y han permanecido desde tiempos históricos bajo la gruesa capa del silencio cómplice de las religiones y de la cultura. Escritos como estos rompen esa barrera de impunidad y construyen una protesta permanente contra tales lacras que uno no se explica como pueden seguir existiendo a estas alturas de la "civilización".
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Have a SUPER weekend, Carmen !
ResponderEliminarmi querida amiga " ojo por ojo, diente por diente " cada cual encuentra lo que se merece , ni más ni menos. Besinos miles con todo mi cariño y admiración y feliz fin de semana princesa.
ResponderEliminarAlgunos simplemente y por desgracia disfrutan hacer daño a otras personas. Un abrazo.
ResponderEliminarEs genial.
ResponderEliminarEstoy con la protagonista.Quizás no tendría el valor de hacerlo, pero me parece justo.
Un abrazo.
Seguro que ya no lo hará más.
ResponderEliminarBien hecho.
Besos.
Se lo merece y todos como el. besos.
ResponderEliminarSois geniales.
ResponderEliminarLa verdad es que le tenía un poquito de "miedo" a la hora de subir el texto y la foto. Pero vuestra reacción me ha asombrado y me anima a escribir sobre temas que pueden no ser "indiferentes".
Gracias a todos por vuestros comentarios.
André: cualquier día será.
¡Biquiños!
Carmen