Tuvieron que hacerle una cesárea porque cuando abrió las piernas no se sabía si era hombre o mujer. Debía ser hermafrodita, sí, seguramente...
Y la cesárea tuvo que ser así, de repente, sin anestesia; no tenían siquiera cerca una botella de whisky para darle un trago. Gritaba y gritaba, pero no había otra manera, cosas del destino o de lo que se había buscado. La sangre salía a borbotones y le salpicó la nariz, la boca y los ojos.
Ni siquiera eran médicos, eran sus compañías más adoradas: nicks que se había inventado para desgranar sus perversas fantasías, pero que le habían salido ranas. Nadie le hacía caso, ni aún ante el parto inminente de quién sabe qué clase de ser habría gestado y que estaba a punto de dar a luz.
Uno de sus nicks favoritos le grapó la barriga y se la tapó con cinta aislante cuando el engendro estaba ya fuera de sus entrañas. Luego se largaron y quedó allí, con el recién nacido a su lado. Quiso que todo el mundo supiera de sus intenciones y en cuanto pudo, con las manos ensangrentadas, comenzó a teclear; navegaba por el mundo virtual a través de un pc con el W7 instalado y por medio del Chrome. Quiso ocultar su IP, pero no estaba en condiciones de hacerlo, ni tampoco el lugar desde el que se conectaba (hasta la gran ciudad le daba la espalda). Malos Aires para el nick recién parido al que bautizó con letras mayúsculas sin saber siquiera qué enfoque le daría.
Navega por la red manifestándose como héroe o heroína (es que el engendro heredó los genitales de quien lo procreó). Puede que algún día se entere de que ni al hijo del Chuky le importa un comino.
Y la cesárea tuvo que ser así, de repente, sin anestesia; no tenían siquiera cerca una botella de whisky para darle un trago. Gritaba y gritaba, pero no había otra manera, cosas del destino o de lo que se había buscado. La sangre salía a borbotones y le salpicó la nariz, la boca y los ojos.
Ni siquiera eran médicos, eran sus compañías más adoradas: nicks que se había inventado para desgranar sus perversas fantasías, pero que le habían salido ranas. Nadie le hacía caso, ni aún ante el parto inminente de quién sabe qué clase de ser habría gestado y que estaba a punto de dar a luz.
Uno de sus nicks favoritos le grapó la barriga y se la tapó con cinta aislante cuando el engendro estaba ya fuera de sus entrañas. Luego se largaron y quedó allí, con el recién nacido a su lado. Quiso que todo el mundo supiera de sus intenciones y en cuanto pudo, con las manos ensangrentadas, comenzó a teclear; navegaba por el mundo virtual a través de un pc con el W7 instalado y por medio del Chrome. Quiso ocultar su IP, pero no estaba en condiciones de hacerlo, ni tampoco el lugar desde el que se conectaba (hasta la gran ciudad le daba la espalda). Malos Aires para el nick recién parido al que bautizó con letras mayúsculas sin saber siquiera qué enfoque le daría.
Navega por la red manifestándose como héroe o heroína (es que el engendro heredó los genitales de quien lo procreó). Puede que algún día se entere de que ni al hijo del Chuky le importa un comino.
Estimados lectores, queridos amigos:
ResponderEliminarEn primer lugar quiero dar las gracias por las visitas al blog, las lecturas en el post "Luz plateada" y los comentarios. Nunca se sabe qué puede salir de estas cosas y, esta vez, de uno de ellos surgió "Poner a parir" (os invito a leerlo).
A todos vosotros, blogueros, que trabajais por poner al día vuestras páginas y aún así encontrais un ratito para curiosear en las de los demás (incluyendo las mías), aunque no siempre tengais tiempo para dejar un pequeño saludo, hoy quiero daros las gracias aún con más fuerza.
Biquiños.
Carmen.
Desde luego que hay mucho parido por ahí soltando paridas. Compañeros fugaces.
ResponderEliminarUn abrazo Carmen
Hola Carmen que relato mas desgarrador y con esa nota de subrrealista con el cual Almodovar podràa hacer el guiòn de su pròxima pelìcula...me ha gustado mucho enhorabuena.
ResponderEliminarun fuerte saludo
fus
Carmen muy bueno!!!
ResponderEliminarjajaj eso de parir un nick y llamarse Malos Aires, que ingenioso el relato querida Carmen.
Moitos biquiños estimada amiga
Es muy especial, Carmen, por lo que veo (hasta ahora) no te han entendido (o no han querido), creo que sólo puede hacerlo quien ha conocido a ese engendro que tan bien pintas en tu texto. El surrealismo está más real que nunca y entender tu texto requiere una cuestión de enfoque.
ResponderEliminarEn lo que a mí respecta, tu entrada tiene un valor literario, un valor afectivo y el gran valor, que es el tuyo. ¿Quién puede hacerle daño a una persona como tú, con esos ovarios?
Un beso enorme.
HD
Tienes razón Humberto en que esa es la cuestión, pero tampoco vamos a tirar el cesto si tan solo una de las manzanas está podrida y la hemos descubierto a tiempo. Por cierto ¿a que me ha quedado bien enfocada la fotografía? ¡me costó conseguirlo!, que el engendro estaba muy escondido..., pero cuando se quiere y uno se esfuerza, al final las metas se alcanzan.
ResponderEliminarJuan, Fus, Lisebe: gracias por vuestros comentarios tan madrugadores. Yo es que me quedé hasta tan tarde que seguro que alguno de vosotros se ha pasado por aquí justo cuando me fui a dormir. Hoy me toca descanso... ¡Ah! y si al final llegais a entender lo que ha comentado Humberto, ya sabeis: echadle buen humor al asunto, una pizca de sal y pimienta y, si hiciera falta, un par de huevos (podridos) al engendro.
¡Biquiños!
Carmen que buen texto para estos días que parecen querer molestar esos engendros que solo son eso y nada más.
ResponderEliminarQue bien te ha salido!
Un gran abrazo!
Qué bueno el texto y cuánta razón llevas. Por desgracia engendros de ese tipo pululan por internet. Paciencia.
ResponderEliminarNadie sabe quien se encuentra detrás del monitor o mejor dicho quienes nos encontramos.
ResponderEliminarBesis Carmen.
algo así debió de haber nacido muerto y ahorrarle su presencia al mundo. un beso.
ResponderEliminar¡Aplausosssssssss! Genial, Carmen!!!
ResponderEliminarApenas vio la luz, creyó ser y actuar como "El Enviado". ¡Y lo logró!
Pues todos lo "hemos enviado" a la recontra p...m... que lo parió... jajajaja
Un beso grande, Buenísimoooo!!!
Hola Carmen, el día de hoy no se qué comentarte, es que no quiero decir algo que nada que ver con tu entrada, porque ¿sabes qué?, mi enfoque no ha sido el adecuad y al final no me ha quedado muy claro, aquí te diría, con peritas y manzanas dominaría este post :)
ResponderEliminarBuen fin de semana :)
Angelito, nada más nacer, ya está viciado con internet :)
ResponderEliminarPor cierto ¿Tú no tenías antes un blog que se llamaba "El diario no diario de Lúa"? ¿O es de otra persona?
Saludos
Realmente muy ingenioso y muy buen relato. Abrazos Marga con amor.
ResponderEliminarVaya un texto desgarrador, no sé si pensar que es un contenido creativo o realidad.
ResponderEliminarPD: Gracias por tu visita, he actualizado la Obra teatral y ahora si se puede leer el contenido, gracias también por tu comentario.
Mi beso para ti Carmen.
Hay gente que les gusta salpicar a otros escondiéndose detrás de los nicks, pero solo hay que pasar, al final se salpicaran a ellos mismos. Besos y gracias por tu comentario.
ResponderEliminargracias querida amiga por regalarnos la belleza de tu alma literaria plasmada en sublimes y profundas letras, muchos besinos de esta amiga admiradora que te desea con cariño feliz domingo.
ResponderEliminarUn relato curioso, diferente a lo que se suele encontrar en estos lares, imaginativo y desgarrador en ciertos aspectos. pobre nada mas nacer se encuentra con la cara fea y amarga de la vida que le ha tocado.
ResponderEliminarUn beso.
Estimo su blog desde hace unas semanas, siendo un perezoso para poner algo nuevo, pero de lo que puedo culparme es la desatención a espacios como el suyo. relatos como el presente, lacerados y directos pugnan por mantenerse en mi retina, retén para cargar luego contra esas verruguitas molestas. Creo que es la primera vez que te dejo un comentario y creo que dicen, asevero, jeje...que las primeras "impresiones" son definitivas para ojos atentos. Aunque soy un poco ateo para todo, receto para otros lo que yo nunca pruebo, o sí y de resultas acuso otra enfermedad y hago un poco como el protagonista de tu historia, enmascarándome de impio simplemente para huir de mayores responsabilidades. Un saludo Carmen
ResponderEliminarInquietante historia la de hoy, una historia que nos podría pasar a cualquiera aunque personalmente preferirira que nunca a mi. Pero en fin la foto incluso resulta tierna despues de tan desgarrador y sangrante parto.
ResponderEliminarY muchas gracias por el comentario con el que abres hoy. Nosotros también te queremos mucho.
Besotes.
Hola Carmen,tu relato me ha hecho pensar una vez más , que estamos rodeados de máscaras , de rostros de espeso maquillaje , que rezuman mentira y vanidad.Tu texto es metafórico y directo al mismo tiempo.He vuelto a ver tu perfil..como tú dices ..vivir es lo que importa.Que tengas una buena entrada de semana , compañera de versos,Saludos siempre poéticos.
ResponderEliminarCarmen, un parto desgarrador, del que sale un relato o una página literaria. Me ha gustado como lo has parido. Tú sabes que no es fácil hacerlo día tras día, por eso te doy la enhorabuena por el tuyo.
ResponderEliminarBessets y a seguir así.
Qué afortunados somos, los hijos crecen amparados por nuestra responsabilidad y compromiso de padres, luego elegirán ellos.
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
Hola, Carmen, vine porque Humberto me recomendó tu blog. Leí 3 o 4 entradas y me parecio muy variado, voy a seguirte.
ResponderEliminarSe lo que pasó en su blog y por eso puedo entender este posteo, pero me fascina ver como lo entienden o NO lo entienden los que desconocen el motivo. Sos magnífica para decir con acidez, hay muchos infectos en la net.
Saludos argentinos. Stefi