- “Hoy hay luna llena...” - le dijo, y ella continuó preparando la cena. Oyó cerrar la puerta cuando él salía.
Le pareció que tardaba, decidió cenar sola y acostarse: seguramente él habría ido un poco más lejos de lo habitual para fotografiarla sin los problemas que ocasiona hacerlo con la luz de la ciudad.
Amaneció y la otra mitad de la cama estaba vacía. Sobre el escritorio, la cámara de fotos dentro de su funda le recordó el día en que él se le declaró: “Te quiero, pero mi alma no puede vivir atada...”
En el silencio de la noche, abre y se asoma una vez más a la ventana. Cuando las nubes se separan y dejan pasar la luz plateada, una brisa cálida se acerca a sus mejillas y seca las lágrimas que todavía se le escapan cada vez que la luna se llena. Un aullido que solamente ella puede oir le habla desde lejos y le pide perdón; es entonces cuando un pequeño sonido la distrae y la hace acercarse al escritorio. Al principio le costó entenderlo; ahora abre la funda de la cámara y revisa la tarjeta para observar la nueva fotografía: un cielo azul plagado de estrellas y la silueta de un enorme lobo aullándole a la luna, diferentes lugares y poses cada vez, pero siempre él en el medio de la noche.
- “Hoy hay luna llena...” - se dijo - “mi alma tampoco no puede vivir atada...” Guardó la cámara de fotos en el baúl, cerró la puerta y subió al taxi que la llevaría al centro de la ciudad.
Volvió a la casa al amanecer. Se quitó las botas altas de tacón, el top, el pantalón y la levita de cuero negro. Oyó hablar a los vecinos que aquella noche habían escuchado el aullido de un lobo; algunos aseguraron haberlo visto en la calle, bajo su ventana... Ella empezó a salir cada noche. Un día amaneció, pero ella, simplemente, no volvió.
En la casa vacía no hay ni rastro de quienes antes la habitaban. Si álguien entrase pensaría que allí nunca nadie había vivido. Ni siquiera hay un baúl en el que encontrar una cámara, ni en ella una tarjeta con fotografías de cielos, estrellas, lobos ni almas. Y afuera, en las calles solitarias, solamente un aullido, llanto de dolor en cada luna llena, y una mirada felina, silencioso testigo de la noche negra, podrían, si su naturaleza se lo permitiera, contar lo que ha ocurrido a quienes esta historia lean.
- “Hoy hay luna llena...” - se dijo - “mi alma tampoco no puede vivir atada...” Guardó la cámara de fotos en el baúl, cerró la puerta y subió al taxi que la llevaría al centro de la ciudad.
Volvió a la casa al amanecer. Se quitó las botas altas de tacón, el top, el pantalón y la levita de cuero negro. Oyó hablar a los vecinos que aquella noche habían escuchado el aullido de un lobo; algunos aseguraron haberlo visto en la calle, bajo su ventana... Ella empezó a salir cada noche. Un día amaneció, pero ella, simplemente, no volvió.
En la casa vacía no hay ni rastro de quienes antes la habitaban. Si álguien entrase pensaría que allí nunca nadie había vivido. Ni siquiera hay un baúl en el que encontrar una cámara, ni en ella una tarjeta con fotografías de cielos, estrellas, lobos ni almas. Y afuera, en las calles solitarias, solamente un aullido, llanto de dolor en cada luna llena, y una mirada felina, silencioso testigo de la noche negra, podrían, si su naturaleza se lo permitiera, contar lo que ha ocurrido a quienes esta historia lean.
Queridos amigos, estimados lectores:
ResponderEliminarQuiero, en primer lugar, agradecer la buena acogida que ha tenido "Crimen perfecto", tratando, como lo hacía, un tema tan complejo y duro que se ha convertido en una lacra en nuestra sociedad. Gracias por las visitas al blog y por los comentarios. No es fácil darle la vuelta a algunas cosas, pero sería bonito poder hacerlo...
Hoy presento "Luz plateada" y os invito a una lectura un poco diferente.
Siento que van cambiando algunas cosas en el blog, y soy la primera en sorprenderme.
Biquiños.
Carmen.
CARMEN.- El Relato no puede ser mas ameno.
ResponderEliminarQue bien lo detallas y como en pocas palabras expresas, lo que otro hubiese necesitado dos páginas.
Muy Bueno , Saludos
La luna llena indeleble al hombre lobo. Quién no ve la luna llena y piensa en él. Y ya no ve al Paul Naschi sino al guaperas ese que no recuerdo como se llama.
ResponderEliminarBuena semana. Saludos Carmen
Un buen relato lleno de vida.
ResponderEliminarun fuerte saludo
fus
Hola Carmen, gracias por quedarte en mi blog y por tu comentario, yo también me quedo en el tuyo y añadir que igualmente me ha gustado leerte.
ResponderEliminarMi beso para ti
Carmen siempre hay un amanecer y un anochecer amiga
ResponderEliminarTu texto tus letras invaden...
Un gusto llegar aca
Besitos y buena semana de muchos éxitos
Rachel omena
Me ha gustado el relato.
ResponderEliminarEs muy romántico.
Hasta el crimen puede serlo.
Saludos.
Carmen, descubro con este relato mágico tu blog. Me ha gustado. Cada uno es como es, nuestra naturaleza aunque queramos cambiarla nos domina. Uno era lobo, la otra no. Vivir atados les era imposible por lo que su amor, por mucho que fuese grande, no bastaba.
ResponderEliminarUn abrazo.
PD: Me quedo a seguir leyéndote.
Es lo plateado de la luna que nos provoca al leerlo, cualquier final, no deja de tener un tinte de amor y tristeza, aunque el lobo...
ResponderEliminarUn abrazo Carmen.
Me ha encantado. Lo encuentro super romántico :)
ResponderEliminary al final siempre quedan las casas, mudos testigos del porqué la soledad se instaló en ellas. un beso.
ResponderEliminarHola Carmen, muy interesante tu relato, muy del tema que me gusta, solo me queda la duda sobre si eso de las mirada felina es de que así como él era hombre lobo, ella era algo como ¿mujer gato?, jeje es que hoy estoy un poco dormida :)
ResponderEliminarsaludos
Carmen, cada tema que abordas... ¡lo bordas!
ResponderEliminarMe encanta tu manera de narrar; vas adentrándonos paso a paso en la historia -extraña historia- envuelta en magia plateada. Felicitaciones y un beso grande!!!
Me encanto tu frase "Mi alma tampoco puede vivir atada", un placer pasar por tu mundo, saludos!!!
ResponderEliminarNo te sorprendas nunca de tus propios cambios siempre son ¡Bienvenidos! ... tu SER agradecido. Bella narración. Abrazos Marga con amor.
ResponderEliminarinfinitas gracias sensible e insigne escritora por concedernos el privilegio de ser testigos de tus letras, muchos besinos de esta amiga admiradora.
ResponderEliminarMágico , sugerente y hechizante blog.Un placer seguirte.T invito a seguir el mío.Saludos poéticos.
ResponderEliminarNo pueden contárnoslo pero tu si y contigo ya van dos textos de miedo que leo, espero pueda dormir en la noche.
ResponderEliminarBesos.
PD: Le daré tu beso a mi querida Natalia con mucho cariño.
Besos de nuevo.
Vaya la vuelta que le has dado a la historia, no sabía por dónde venía.
ResponderEliminarCreo que buscó una buena muerte, en las fauces de su amado... sea éste hombre o lobo, o ambos.
Me gusta creer que hay algún mensaje detrás del texto efectivamente escrito, pues sé que eres de las que saben encontrar una forma de decir algo más...
Infinitas gracias por el apoyo demostrado en relación con el anónimo, no hay mucho que pueda decirte que no sepas. Lo que sí puedo asegurarte es que ya pasó, el sujeto puede dejar millones de comentarios que ya no logra alcanzarme.
Un relato cuya diferencia estriba en la sencillez de su lectura, te hace adentrarte en el texto e imaginar que no solo eres expectador sino actor secundario.
ResponderEliminarMuy bueno!.
Un saludo desde el oscuro desván de mi memoria.
Hola Carmen,
ResponderEliminarvengo de pasar por otros blogs y como conozco a muchos de los seguidores, me interesé en visitarte y coincide que somos paisanos. Que pequeño es el mundo!!!
Me quedo en esta morada con tu permiso y si deseas conocer mi blog principal, te invito a que pases por "El Parapeto" cuyo enlace es: http://joaquinlourido.blogspot.com/
Apertas dende Lucus Augusti.
Amplio mis comentarios, 200 blog las mentes claras deben actuar claro, si escuchó bien, 200 blog y este "hombre" llamado Humberto Dib, pego el mismo comentario. Gracias por permitir los anónimos a veces son útiles para abriros los ojos mentes pequeñas. Solo las mentes débiles como las vuestras se dejan faltar el respeto, confío en un despertar de la dignidad, de todos los seguidores que están allí... quitense...ENFOQUE
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