Con el luto aún en el alma (no se pierde a una hermana todos los días), se dirige en taxi al hospital. La luz de la luna se cuela por la ventana trasera del auto e ilumina su abultado vientre.
Todavía no es el momento, vuelva a su casa. El cambio de guardia dicen que no, pero al final es que sí... Sin embargo, nada más entrar en aquel cuarto-vivienda, vuelve a salir a la calle en busca de otro taxi. Sujeta con una mano el bolso con lo imprescindible. Con la otra mano se ayuda a apretar las piernas para que nada se escape antes de tiempo. Regresa por dónde había venido y se presenta en la misma sala de urgencias de la que salió hace menos de una hora. Ahora sí, le dicen otros médicos y enfermeras.
Son las cuatro y cuarto de la madrugada de un día cuatro. De piel blanca como la luz de la luna y cabellos negros como la noche, la recién nacida grita en su primer respiro. Aún no lo sabe, pero ya le han puesto un nombre, el mismo que llevaba ella...
Ella... del otro lado del charco, también dió a luz a su pequeña, hace ya unos cuantos meses. Ya pasaron varias lunas desde los días de llanto, tantas... como las que ambas llevan descansando en el mismo panteón de aquel viejo cementerio.
Carmen:
ResponderEliminar1. Todo un honor, ser el primer seguidor y el primero en comentar el primer texto. El problema es que, dicen, los primeros serán los últimos, pero ¿qué sucede con los primeros?
2. Me gustó, un texto en espejo, juega con el destino y sus vicisitudes. Y el cuatro resonando en los oídos del lector.
3. Felicitaciones por este nuevo espacio, creo que estaba madurando y necesitaba ver la luz, hay épocas para inicios y finales, algo se terminó (tal vez), pero es momento de celebrar un nacimiento.
4. No sé más qué decir... bienvenida al mundo de los con nombre y con cara...
Un beso.
Humberto.
Buenas noches Humberto!!
ResponderEliminar¿Qué sucede con los primeros? En este caso algo sencillo: te pregunto ¿quieres ser el padrino de mi blog?
Has presenciado su nacimiento: creo que mereces el título por ello y por los consejos que en los días de gestación de este espacio he recibido de tí.
Espero tu respuesta y agradezco tu visita en esta noche en que la luna está creciendo...
Un abrazo.
Carmen.
Perdón pero no puedo dejar de decir dos cosas más...
ResponderEliminar5. El acto fallido del "los primeros y los últimos"...
6. Es muy tierno ver en el mapa de visitantes, dos puntos titilantes en la noche del planeta.
Ahora sí... me fui.
HD
Lo mejor del punto 6 es lo que significa, y más aún sabiendo que es algo que ya no se repetirá, pues imagino que la próxima vez habrá otros puntos en el mapa.
ResponderEliminarYo también me voy a descansar.
Chau!!
interesante el blog, muy interesante el diàlogo de comentarios, sobre los ùltimos y los primeros...
ResponderEliminarun saludo, pasarè a visitarte màs seguido
Blas
Me da mucha alegría que vuelvas a escribir como Lúa. Un beso.
ResponderEliminarEncantada de conocerte y de tenerte por mi blog, Blas.
ResponderEliminarPor experiencia, pienso que los comentarios en un blog suelen ser tan interesantes como todo el resto.
Indagaré por internet y te buscaré... en algún blog.
Un saludo.
Carmen.
¡Hola Arturo! Y a mi también me alegra verte por mis rincones!!
ResponderEliminarSí, he retomado a Lúa pero esta vez sin maquillaje y con nuevos y distintos horizontes a aquellos por los que nació.
¡¡Un beso y un fuerte abrazo para tí, mi querido amigo Arturo!!