¡A mi no! ¡a mi no!, gritan y se pelean entre ellas. Algunas llegan a desaparecer por más golpecitos que se le den. Hubo alguna que llegó a partirse y desangrarse y provocar la angustia de las demás porque saben que en esas ocasiones siempre le toca a alguna.
¡A mi no!, pero a esa no le sirvió de nada. Gritó, sin embargo nadie le hizo caso y se vio con la piel agujereada y un torrente de líquidos, unos rojos, otros transparentes, circulando por su interior.
Y es que estas venas ya están hartas de tantísimos pinchazos, y solamente con ver la aguja en manos de la enfermera se revolucionan y arman follón. A mi no me importa, ya estoy acostumbrada; pero ellas están muy débiles y, aunque no quiera, en el momento cumbre, siempre me arrancan un “¡Ay!”.
Y es que estas venas ya están hartas de tantísimos pinchazos, y solamente con ver la aguja en manos de la enfermera se revolucionan y arman follón. A mi no me importa, ya estoy acostumbrada; pero ellas están muy débiles y, aunque no quiera, en el momento cumbre, siempre me arrancan un “¡Ay!”.
Queridos amigos:
ResponderEliminarRecién llegada del hospital después de casi una semana ingresada, al menos puedo contarlo y aquí estoy. Es lo que tiene vivir con/y gracias a un corazón "averiado" y en partes "reparado".
Quiero agradecer los comentarios, visitas y lecturas. En cuanto me sienta con más fuerzas pasaré por vuestros blogs. Esta vez no he avisado de la publicación de este nuevo post... Todo volverá a la normalidad, pero con calma.
Un fuerte abrazo.
Biquiños.
Carmen.
Carmen me alegra que ya estés en casa. Yo también he pasado por el "Taller de reparaciones" Y aquí estamos los dos para dar mucha guerra.
ResponderEliminarA reponerte pronto
manolo
No sabía que habías estado ingresada. Lo importante es que ya estás mejor y otra vez por aquí dando guerra. Cuidate mucho y descansa lo que sea necesario.
ResponderEliminarSé por experiencia que eso no es demasiado, pero es.
ResponderEliminardeseo fervientemente que te vayas para casa y que cantes en la bañera.
Un beso
este pirata está muy contento de que ya estés en casa descansando y recuperándote del todo; por otro lado, tus brazos y tus venas también se aliviarán de que las enfermeras las persigan para darle el siguiente pinchazo. un beso.
ResponderEliminarCarmen, primero que nada espero que estés a tope, aunque con tu relato de hoy lo certificas. Es muy bueno.
ResponderEliminarEn él se observa esa desazón que produce estar inmerso en una enfermedad que no cesa. Muchas veces deseamos imposibles sin valorar que lo principal es la salud, sin ella, nuestra vida pierde calidad.
Un abrazo fuerte y a seguir escribiendo.
Carmen, antes que nada, que bueno que ya estás mejor, la vida es frágil y cuando uno no está al 100 % (aunque no creo que alguien lo esté) pues se pueden complicar las cosas, entiendo lo de tu entrada, de verdad que el cuerpo nos aguanta un buen, pero también llega a pedir pausa.
ResponderEliminarEspero que te sigas mejorando :)
Cachis! un abrazo Carmen, es una lucha a largo plazo, así que ya sabes, a seguir hacia delante, con pequeños !ay! y grandes sonrisas.
ResponderEliminarUn abrazo enorme!!!!!
qué maravillosa esa mano, puede que dolorida, que destila tanta belleza a su paso.Gracias por tu escritura.
ResponderEliminarBueno, un abrazo fortísimo, adelante.
saludos blogueros, Carmen
Las venas han de hacer de tripas corazón. Son el camino para esas visitas molestas que suelen alegrarnos la vida.
ResponderEliminarMis buenas vibraciones para ti.
Un abrazo
Ay! Carmen querida, se me estrujo el corazón. Que nada, que no haya mas pinchazos... y que estés bien para seguir escribiendo con esas bellas manos que tanto nos animas.
ResponderEliminarUn abrazo con todo cariño!
¡Ay! a quien no le duelen semejantes pinchazos pero viéndolo por el lado amable, ya estás en casa y eso es para gritar pero de alegría.
ResponderEliminarGusto en verte Carmen, besos de la Bella y míos.
Acabo de enterarme de tu entrada...
ResponderEliminarEstás logrando dejarme sin palabras, pues me afecta tu situación. Tengo la sensación de todo lo que puedo llegar a escribir en un relato es inversamente proporcional a lo que pueda comentarte frente a una entrada como esta.
Pero no nos pongamos tristes, me alegro de que estés descansando y tratando de recuperarte.
Un beso enorme.
HD
Gracias a todos, amigos. Aún estoy muy cansada; hoy he estado en dos consultas médicas y he llegado tarde y agotada, pero necesitaba entrar por aquí. He dejado algo en CARDI http://diariodeunacardiopata.blogspot.com/ y me he propuesto visitaros y saludaros a todos en vuestros blogs, pero con calma y sin prisas, que no está el horno para bollos.
ResponderEliminarGracias Manolo (por cierto, no doy localizado tu blog; pensé que era el del pasado de sevilla, pero creo que me he equivocado).
Gracias Kassio, he estado, ya me viste, y volveré por tus espacios. Cuando las cosas vienen como vinieron esta vez, apenas se puede hacer nada; fué todo demasiado rápido y poco más pude hacer que dejar un mensaje en CARDI, despedirme de Draco (con quien estaba charlando) y apagar el pc; luego, derechita para cama y a tomarme las pastillas a ver si mejoraba... Al final, no pudo ser lo de quedarme en casa y a la tercera, unas horas después, los de urgencias ya no me dieron opciones: derechita para el hospital.
André, no suelo cantar en la bañera, pero mañana, cuando me duche, cantaré "la rianxeira", o lo que se me ocurra; si llueve, ¡luego no me eches la culpa!
Draco ¡qué te voy a decir a tí!, si estabas hablando conmigo del otro lado de internet cuando me puse mal... y no pude siquiera contarte lo que me estaba pasando... ¡Un abrazo!
Nicolás, bien cierto es que muchas veces no valoramos las cosas hasta que las perdemos; y la salud... ¡jolines! que mira que siempre me he cuidado, pero cuando las cosas vienen retorcidas, no hay manera...
Alezhi, recuerdo hace seis años en que tras aquel infarto (el segundo) me dijeron que nunca recuperaría al 100%. ¿Sabes?, creo que lo que más me dolió fue saber que en ello entraba lo del baile: ya nunca pude volver al nivel que había alcanzado. Eso me quedó grabado a fuego, aunque pueda parecer una tontería...
Otro abrazo para tí, Juanlu. Ya ves, cositas que pasan... Pero al menos las vamos contando.
Gracias José Antonio. Las manos, mejor; incluso los otros hematomas que no he fotografiado pero han hecho un mapa de mi cuerpo... Ya estoy acostumbrada, aunque esos ¡ay! sé que se volverán a repetir: mientras así sea y lo pueda contar, todo bien.
Juan, una vez más he perdido en lo que has escrito, pero creo que esta vez es puro cansancio. Termino este comentario y me voy a dormir, que ya es hora. ¡Un abrazo!
Cecy: que los siga habiendo, que los pueda seguir contando... Si deja de haberlos, es muy posible que ya no pueda volver a escribir, soy consciente de ello... ¡Un beso!
Linda Flor y La Bella Natalia, mis queridas amigas del otro lado del charco... Ya me gustaría estar más cerca y poder abrazaros a las dos, a una muy fuerte, a la otra muy tierna...
Humberto, no sé qué decirte... Pero ya ves, aquí, al pie del cañón, y así estaré siempre mientras pueda. Un abrazo enorme.
Abrazos para todos con todo mi cariño.
Biquiños!
Carmen.
Espero que sigas bien; a mi los pinchazos me ponen de los nervios también, así que esperemos que no hay que repetir.
ResponderEliminarsuerte y un abrazo
Espero que te recuperes cuanto antes y bien. Te mando un abrazo fuerte y muchos, mucho animo. Si las agujas son para bien que se fastidien las venas, ya se recuperaran cuando tu. Besos.
ResponderEliminarSi eres tan fuerte como las palabras que escribes, siempre estarà caminando junto a tu familia y a nosotros los blogueros que te apreciamos y podemos decir que somos una familia muy grande repartidas por todos los continentes.Arriba siempre Carmen y si te ves baja nos escribes y allì estaremos para ayudarte en lo que necesites.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
fus
Disancor, bienvenido a mi blog y que tengas una buena semana.
ResponderEliminarGracias Beker. Lo quiera o no, habrá que repetir...; por lo pronto, esta semana tengo programada la vacuna contra la gripe y el mes que viene otra "tanda" de análisis para llevar luego al cardiólogo.
Cristelicious, gracias por los ánimos. Normalmente son cosas que se van llevando, aunque con el tiempo cada vez la piel está más delicada. Creo que el peor momento fué el año pasado; me iba; pensé que no salía viva de mi dormitorio. Me pincharon por todas partes prácticamente sin tiempo a mirar en dónde; fué a vida o muerte, lo sé. Pero aunque me quedan aún marcas de todo aquello, por lo menos lo estoy contando.
Muchas gracias Fus. Cuando me veo así, procuro no escribir aquí, sino en CARDI, pues lo abrí precísamente para eso. Ya hace tiempo tuve un blog con ese nombre y esa función, y valió la pena. Le llegó su fin, pero ahora necesitaba otra vez algo parecido.
Abrazos fuertes para todos.
Biquiños.
Carmen.