Hoy me has llamado después de tanto, tanto tiempo... Querías volver a verme.
¡Por supuesto, cómo no!, te dije. Ya estabas en la puerta. Entraste, te invité a un café.
Con leche y sin azúcar ¿verdad?
Sí, como siempre.
Y charlamos largo y tendido. La vida que fue pasando desde la última vez nos dio temas más que suficientes. Quizá nos faltó el pequeño paseo por la orilla del río, como solía ser habitual; creo que los dos lo sabíamos y que también sabíamos que esta vez no iba a poder ser. No importaba, ¡había tanto de qué hablar!
Pasaron las horas; tres, cuatro... no sé, y tampoco importaba cuántas. Pero el reloj siempre marca el tiempo y el momento de irte también llegó. Un abrazo, un beso inmenso en cada mejilla, una caricia que no quería terminar... y un par de lágrimas que no vimos: ni yo la tuya, ni tú la mía.
Desde la puerta te vi subir al coche, me miraste, nos saludamos una vez más... La larga carretera... ¡se hizo tan corta cuando te perdiste en el horizonte!
Con los momentos vividos aún a flor de piel, justo antes de acostarme volvió a sonar el teléfono.
Hola, otra vez... Sí, ya sabía que algo había quedado sin hablar.
¿Cómo me has visto?
Un poco más delgado ¿verdad?; no quise decirte que te había visto tan mal...
Sí, es verdad; he adelgazado bastante...
De nuevo, el silencio se hizo dueño del auricular. No hacían falta las palabras. Habríamos pisoteado el reloj..., el maldito reloj que aún sin pilas siempre funciona; el maldito reloj que nos obligó a despedirnos llorando los dos una vez más; el maldito reloj que se ha hecho dueño del tiempo y que sabe qué tan poco te queda para hacer o deshacer...; ese maldito reloj... que te mata contando las horas hacia atrás...
No puedo mirar al reloj ahora que sé la razón de tu visita. No puedo mirar al reloj ahora que sé que tú ya nunca volverás.
Hola amigos:
ResponderEliminarGracias por vuestras visitas y por vuestros comentarios en "Hielo". En este fin de semana he tenido la ocasión de "dedicarlo" a alguien, pero quizá sea mejor olvidarlo...
A veces las ideas o la "inspiración" nacen en los momentos más críticos. Hoy os invito a leer "Cuenta atrás".
Un fuerte abrazo...
Biquiños.
Carmen
Hola querida Carmen, después de un paréntesis en mi visita a los blogs por causas de salud vuelvo,con ganas de dedicaros un poquito de mi tiempo y ojos!!
ResponderEliminarMuy reflexivo tu post, a veces el despedirse de alguien para siempre más que un adiós es una recopilación de recuerdos... siempre quedan forever" y nunca te despides..
La vida es tan solo una transición..siempre dependemos del tiempo y nunca es suficiente, siempre te quedan cosas por hacer que nunca podrás hacer..tan solo podemos intentarlo.
Un beso muy fuerte y feliz semana
Hola Lisebe. Espero que ya estés totalmente recuperada de tus problemas de salud. Se te echaba de menos.
EliminarMe alegro de verte por aquí ¡de verdad! Cuidate mucho...
¡Biquiños!
Conmoveronme esas dúas mágoas que non quixeron ver...pero mellor un reloxo de area que axude a soterrar para sempre ese adeus.
ResponderEliminarBos días!
Hola Jujobaca!
EliminarCando o tempo se esgota, nin sequera importa se o reloxo é de area, de sol ou dixital; olvidamonos del...
¡Biquiños!
Todo es volver a comenzar y olvidar..espero que sea un relato y no algo que te toque vivir a ti nena...porque si no pillo la camara de mi hija y te pillo a ti por los pelos y nos vamos juntas a fotografiar chicosssss al orzannn jajajjajajajajajja.Espera a que termine mi marido las vacas vale???Millll besitooooossss
ResponderEliminarHola Midala! Cosas así pueden pasar a cualquiera. Pero creo que te tomaré la palabra para irnos juntas a hacer esas fotografías, je...
Eliminar¡Biquiños!
Esta visita igual te reafirma que el decir un dia adios fuè lo mejor que os pudo pasar. A veces los recuerdos son mejores que la realidad.
ResponderEliminarun abrazo
Paco
Hola Paco. Muchas veces nos quedamos con los recuerdos precísamente para no tener que tener presente las realidades.
EliminarEspero que lo estés pasando muy bien en esos días de fiesta...
¡Biquiños!
Hoy tu entrada no es prosa , describes sentimientos, situaciones que provocan emociones y que tú tan bien relatas, y esas cosas son las que dicen y como las dicen los poetas;con ese tic-tac del tiempo que nos hace esclavos y nos roba nuestro tiempo.
ResponderEliminar¡Precioso Carmen!.
Un beso.
Hola André! El tic-tac que siempre está presente, el tic-tac que no para aunque se paren todos los relojes..., ese es el tic-tac del tiempo.
EliminarGracias por tus palabras, amigo.
¡Biquiños!
Dejar el pasado atrás puede ser muy doloroso, ¡es cierto!, pero también es la única manera de poder abrir, de par en par, las ventanas... y que entre el aire nuevo.
ResponderEliminarMe gusta la intensidad de tu relato.
Un abrazo.
Hola Juglar!
Eliminar¿Sabes? Tu comentario, entre otras cosas, ha estado estos días ayudando a mi cabecita a dar vueltas como si fuera un tiovivo, una calesita en el tiempo de mi infancia... Gracias.
¡Biquiños!
Recuerdos que se materializan, nostalgias infinitas que se presentan en tu casa...¡No sé, no sé! En mi devenir vital nunca, jamás, un reencuentro ha mejorado lo recordado...Besos
ResponderEliminarHola Manuel! Quizá por eso sea mejor dejar los recuerdos en su lugar e ir viviendo nuevas experiencias sin mirar atrás...
Eliminar¡Biquiños!
Es que las cosas que llegaron a su fin, no tiene sentido prolongarlas, o resucitarlas. Por más que la nostalgia, esa mentirosa, nos quiera hacer creer que todo puede volver a ser como antes.
ResponderEliminarJustamente, anoche soñé con una antigua novia y me desperté nostálgico, muy a pesar de que estoy más que bien con la actual, pero sé que esas son trampas de la mente, nada más.
Un beso enorme.
HD
Hola Humberto!
EliminarTienes razón: los sueños son trampas de la mente, aunque algunas veces esas trampas pueden ayudarnos a sobrellevar la realidad.
Hace unos meses me quejaba de que todas las noches tenía terribles pesadillas; no solía recordar nada, solo la angustia que me provocaban y el hecho de no dejarme descansar. Incluso mi doctora se llegó a preocupar. Sin embargo, de un tiempo a esta parte y sin saber el porqué, han desaparecido. El tiempo que duermo quizá no sea mucho, pero en cuanto me acuesto me suelo quedar dormida y descanso como hace tiempo no lo hacía. Y se agradece...
¡Biquiños!
Esta es un relato de gran intensidad emocional, Carmen. Apunta directamente al corazón del lector consiguiendo un importante efecto a través de la acción sugerida.
ResponderEliminarDeja, sin duda, una pregunta abierta en al corazón del lector, sobre su tiempo, sus relaciones, sus debes...
Un abrazo.
Hola Pedro!
EliminarUno no se puede pasar la vida pensando en el tiempo que le queda...; pero cuando algo nos recuerda que es finita, empiezan las dudas, las preguntas, el querer hacer... y hasta la angustia por pensar que, quizá, no haya tiempo suficiente...
¡Biquiños!
es el avance del tiempo el que nos coloca en nuevas situaciones, haciéndonos evolucionar en nuestras relaciones interpersonales que de otro modo quedarían estancadas. la relación de las personas en el texto ya está en un nuevo plano que no tiene nada que ver con el pasado que ya quedó atrás. besos.
ResponderEliminarHola Draco!
EliminarEsos planos se van sucediendo en nuestras vidas, aunque haya veces que no los veamos... hasta que algo nos enfrenta a ellos.
¡Biquiños!
las sensaciones caracolean a su ritmo, los tejes de un modo cercano amiga, nunca dí una puntada ni cosido un botón, pero al leerte pienso en el hilo que aparece y a desaparece atravesando un tejido, un tejido un texto, un texto una lente para las sensaciones
ResponderEliminarun beso amiga, hoy parece que el cielo ya no está tan alegre como los últimos días, en fin... anda, hay un gatito a la derecha que juega con el cursor, jeje..
Hola C.C.! ¿No ha llegado el momento de que tuvieras que coser un botón? A veces es mejor hacer algunas cosas antes de que en realidad se nos conviertan en obligación, en necesidad.
EliminarY sí, Michi está ahí, jugando con los cursores desde que abrí el blog. Hasta puedes jugar con él y darle virtualmente algo de comer...
¡Biquiños!
Hola Carmen, me ha parecido una entada muy bonita. Con mucho sentimiento.
ResponderEliminarUn beso,
Aurora
Hola hermanita!
EliminarGracias por el comentario. Sé que andas a cien y no tienes tiempo para curiosear por aquí, y por eso te lo agradezco más.
Un abrazo muy fuerte para cada uno de vosotros... y uno muy especial para tí.
¡Biquiños!
Como deshacer las horas? tan dificil que es borrar lo vivido y seguir viviendo a pesar de saber lo que viene.
ResponderEliminarUn abrazo Carmen.
Hola Linda Flor!
EliminarLo vivido no se puede borrar, yo lo sé, lo he intentado... Seguir viviendo es lo que nos queda, a pesar de todo, y con todo, porque también hay cosas buenas... ¡mira, sino, para La Bella!
Un fuerte abrazo, querida amiga.
¡Biquiños!
Conmovedor relato; el inclemente tiempo.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Juan José, bienvenido al blog.
EliminarGracias por tus visitas y tu comentario.
¡Biquiños!
¡Ay el reloj! Pero si el pobre es un simple cacharrito a nuestro servicio. No es un mago que pueda alterar el tiempo a voluntad, salvo que esté averiado. Lo curioso es que alguien me dijo o escribió, que el tiempo no existe, lo que existe son ciclos biológicos o como se llamen. Son la una y cinco de la tarde. A las dos en punto, el ciclo biológico seguirá su curso y tendré que ir a buscar a mi sobrina.
ResponderEliminarEl relato es conmovedor. El momento llegó a su fin, tanto si el tiempo existe como si no, y nada se puede hacer.
Saluditos.
Es verdad, Tio Antonio, los relojes no son más que meros artilugios. Los míos rara vez funcionan como deberían, al menos como me gustaría a mi... De nada sirve manipular su maquinaria; el tiempo, o los ciclos biológicos, no cambiarán sus direcciones.
Eliminar¡Biquiños!
churry, vengo a darte mil bikos y desearte buen fin de semana!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Midala! Y como yo respondo tan tarde... ¡que tengas una buena semana!
EliminarMuaks!!!!!!!!
(Ya me avisarás cuando tengas tiempo libre...; ahí sí que juega el reloj)
¡Biquiños!
Coincido contigo Carmen, la inspiración muchas veces llega acompañada de la realidad por la que en esos momentos pasamos,sea por bien o por mal.
ResponderEliminarEste relato es muy triste, muy real, porque son cosas que pasan y que en mayor o menor medida a varios de nosotros nos ha tocado vivir, ojalá no seas tú la protagonista de esta historia.
Hola Alezhi! Sí, las palabras llegan cuando quieren, solas o en compañía, pero cuando ellas quieren.
EliminarLa historia es ficción, pero bien podría ser una recreación de ciertas realidades...; todo es fijarse un poco en las cosas y ponerse en el momento y la situación concreta.
¡Biquiños!