Aún anoche estaba entre tus brazos…
Tus brazos…, mi cabeza recostada en tu pecho…
Y la inmensidad del mundo se confundió con el universo
Para nombrar la magnitud del momento que vivimos
Para no dejar espacio libre que el sentir no pudiese ocupar
Para que infinito y espacio se unieran y fueran uno
Aquí, en nuestra cama
Aquí, en nuestro pequeño mundo
Tan pequeño… que al universo pasa desapercibido
Tan inmenso… que por así serlo no haya ojos que puedan verlo
La noche furtiva se convirtió al fin en día
Y en el día amanecen las luces distantes
Que aún estando tan lejos
Se unen, se funden, se abrazan
Se convierten en una
Como en una las almas el amor fusiona
Soldadas al más ardiente de los fuegos
Los hielos polares queman con su frío
Mas no podrán hendir fisuras
En aleación tan pura…
Anoche aún estabas entre mis brazos…
Tu pecho latía bajo el manto oscuro de mis cabellos negros.
Retomando tímidamente las riendas del blog, un saludo a tod@s mis amig@s de internet.
ResponderEliminareste pirata está muy contento de que te hayas animad a escribir después de tanto tiempo.
ResponderEliminarbesos.
Ays, Draco! Si supieras lo duro que es querer actualizar el blog y no encontrar palabras para hacerlo como una quiere!
EliminarPoco a poco, sin prisas... Lo que importa es poder y volver a hacerlo.
Biquiños!!
Me encanto leerte,Carina.
ResponderEliminarMuchas gracias Maricarmen. La verdad es que tengo este blog un poquito abandonado desde que me metí por eso mundillos del face... Pero aquí sigue y yo también, y no me planteo cerrarlo: creo que no podría...
EliminarEsque a veces cuesta mucho empezar de nuevo.
ResponderEliminarfaltan ganas, falta vida. o aire,
pero hay que seguir amiga.no queda otra.....
Por supuesto que hay que seguir!! Y en eso andamos... Biquiños, amiga!!!
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