Cuando llegó la noche, le pedí que entrase él primero en la habitación. Yo fui después, vestida con un pequeño picardías negro que tenía guardado para alguna ocasión especial, y que sabía que poco tiempo llevaría encima.
¡Shhhhh…! No digas nada… Los niños duermen, podrían despertar.
Me acerqué por su espalda y le ayudé a desnudarse, pero sin permitir que me mirase. Tapé sus ojos con un pañuelo rojo de seda. Até sus manos con cinta de raso y lentamente le ayudé a tumbarse en la cama. Hizo un ademán de preguntar algo, pero con un beso profundo cerré sus labios, y los pocos sonidos que pudo emitir en los minutos siguientes no fueron más que gemidos y susurros de placer.
Utilicé todas las armas que Mikel me había descrito; jugamos con olores, con texturas, con formas, con sabores… Intercambiamos caricias y besos… Él, una vez más, y varias luego durante aquellas tres horas, alcanzó el clímax. Yo, una vez más, y como tantas pasadas durante aquellos meses, terminé con lágrimas… de frustración.
De poco sirvieron los consejos de mi amigo para salvar mi matrimonio. Ya ni las más íntimas relaciones conseguían ser vínculo suficiente para mantenernos unidos.
Nunca he subido a la noria, pero contigo lo haría… - le dije un día, a sabiendas que nunca podría ser.
Cuando vengas, bihotza, te haré un pequeño tatuaje… - me dijo un día, sabiendo que yo nunca iría allí.
Mikel era mi amigo y me ayudaba en los momentos difíciles. Y me llamaba, y hablábamos… y me pedía consejo cuando tenía problemas. Cuando las cosas iban bien, entre los dos inventábamos historias por sms; uno daba el comienzo, el otro continuaba, y así seguíamos. Cada mañana me despertaba con su mensaje de buenos días.
Pero una tarde me di cuenta de que ya no volvería a llamar. Aquella empresa en que trabajaba solía enviarlo a extraños cometidos, así, de repente, sin poder siquiera hacer el equipaje o llevarse su teléfono móvil, y de los que él no podía hablar, ni yo quise nunca saber. Imagino que de la última “excursión” ya Mikel no pudo regresar…
Cuando me siento mal, bihotza, me voy al acantilado. Allí observo el mundo, y me olvido de todo… tan sólo miro hacia el mar…
Tienes que llevarme al acantilado, Mikel – mi matrimonio había tocado a su fin y yo estaba mal…
Desde mi ventana veo el mar y pienso en aquel acantilado. Sé que si logro llegar, Mikel estará también allí.
Te espero en el acantilado, bihotza, mirando la luna reflejada en el mar.
Espérame, Mikel, yo ya no tardo en llegar… Muxus...
Te deseo Paz y Bien con o sin picardías en com pañía de los que amas.
ResponderEliminarBesos.
¡Felices Fiestas, Carmen!
ResponderEliminarAhí van mis mejores deseos para un futuro lleno de felicidad.
Un abrazo,
a veces creemos que vamos a lograr algunos objetivos de pareja en el futuro, pero la realidad es bien distante de ello.
ResponderEliminarbesos.
un relato precioso, como de costumbre, Carmen. Bueno, que paso un momento para desearte las mejores fiestas y también un estupendo año 2013
ResponderEliminarbesos,
Ay, querida Carmen, qué emotivo relato...
ResponderEliminarMi querida amiga, te deseo TODO lo mejor para el nuevo año; se que te llegará!!! Un MUY fuerte abrazo y vamos con toda la energía rumbo a ese 2013 que nos está esperando. Besosssssssssssssss
Ah me parece un poco triste la historia, primero por lo de un matrimonio fracasado, y por la ausencia de un gran amigo, que triste, pero en la vida no todo tiene final Feliz.
ResponderEliminarFelices fiestas Carmen :)
ResponderEliminarQuerida amiga Carmen ! Tem um SELINHO de
20013, para você. A cada ano faço um
Diferente, apenas repito os dizeres.
É apenas um símbolo de nossa amizade
Que a cada dia mais se consolida.
Basta ir ao “campo” no lado direito do
Meu Blog. e o achará em “selos para
Os amigos”. Não tem códigos, basta salvar
Em seus arquivos e colá-lo no “Campo imagem”
Do Layout do seu Blog.
“ESTE BLOG. É OURO”, é o título deste novo
Selinho (mesmo anterior).
Um maravilhoso Ano Novo para você.
Beijos de luz!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
POETA CIGANO – 02/01/2013
http://carlosrimolo.blogspot.com
El matrimonio va más allá de las relaciones sexuales y la amistad a veces cala hasta el último resquicio. Hacia tiempo que no recalaba por aquí.
ResponderEliminarBesos.