Maldito dolor que no cesas, y maldito diazepam que te mezclas con lo que no debes y en vez de aliviar estás queriendo tomar el mando dentro de mi cuerpo y mi mente y me haces ver las cosas como no lo son.
Sentir que se es un estorbo para quienes te quieren, pero molestas en sus vidas. Sentir que eres una carga para quienes están pendientes de tí, pero que sabes que a estas alturas de sus vidas deberían estar disfrutando del tiempo que les quede, y no pasarse los días pendientes de una llamada o un aviso de socorro...