26 ene 2012

Lloviendo

Llueve.

- Menos mal – se dijo. Sabía que la lluvia surtía en él un efecto de bálsamo apaciguador y era lo que más necesitaba en aquellos momentos.



Ahora está solo, por primera vez en su vida, y los minutos se hacen eternos, sobre todo porque no sabe qué hará después, ni mañana, ni pasado...

Allá abajo, en la avenida, los coches pasan como lo suelen hacer cualquier otro día. La gente va de un lado a otro, exactamente igual que lo hacía ayer, probablemente igual que lo hará mañana. De vez en cuando algunos gorriones parecen dar pequeños saltos entre las copas de los árboles. De vez en cuando alguna gaviota cruza el cielo nublado, como quien se ríe del agua que cae. Al fondo, las olas se revuelven y se adentran rizadas en las arenas de la playa. Alguien está moviendo muebles en el piso de arriba. Los sonidos se escuchan hoy con más intensidad: quizá nunca había visto así la ciudad; quizá nunca se había parado a escuchar lo que ahora le rodea, lo que siempre estuvo ahí; quizá nunca se había enterado que algo más podía existir... algo más que ella.

Pero ella ya no está.

No le importa llorar. Está solo, y no le importa llorar, aunque apenas le quedan lágrimas ya. Ni siquiera le acompaña el sentimiento de impotencia, aquel que estuvo a su lado durante tanto tiempo de larga enfermedad; ni la rabia, ni los “¿por qué?”. Hizo todo lo que podía hacer, y está tranquilo. Sin embargo, no entiende las razones que tiene la soledad para hacerle sentir que está muriendo por dentro. Y sigue observando la ciudad a través del ventanal, y la lluvia que cae... como queriendo acompañarle en su dolor.

Ya no hay prisa. Pasan las horas y apenas cambian las cosas: hay menos luz en la calle, ya no arrastran muebles en otros pisos, sigue lloviendo, siguen pasando las nubes y oscureciéndose el cielo. Pero su cielo, ella, no le llama, no le reclama, no le busca. La observa allí, en la pared, en la foto de las bodas de oro, tan hermosa como siempre, tan alegre, tan viva..., tanto... como ahora no lo está.

Y en un rincón del garage, allí en dónde descansan los trastos viejos, se ha quedado su ropa de aguas, la que llevaba esta mañana, en la barca, cuando fue a esparcir sus cenizas en el mar, junto a la playa. Ella así lo había pedido.

48 comentarios:

  1. Hola amigos:
    "Fauna entre los cristales" rompe un poco la línea que llevaba el blog en este año; sin embargo, encaja perfectamente con el ideal de Meiga Noite de Lúa. Gracias por todas las visitas y comentarios. En breve responderé a cada uno de ellos en el mismo post.

    Hoy quiero invitaros a leer "Lloviendo". La lluvia puede caer en cualquier parte, y de muchas maneras...

    Biquiños.

    Carmen.

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  2. un texto muy sentido que deja reflexiones sobre la vida y en medio de un clima muy apropiado. besos.

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    1. Hola Draco.
      Me conoces bien y sabes lo difícil que se me hace responder en estos momentos. La tristeza saltó del post a la realidad, exactamente en el mismo lugar. No es fácil reflexionar sobre ciertas cosas, y menos cuando hay otras que quieren hacerles sombra.

      ¡Biquiños!

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  3. Debe ser triste despedir al ser querido cuando la soledad sea nuestra ùnica compañia, hace unos meses nos reunimos todos los amigos-as y celebramos el funeral de nuestra amiga Carmen tal y como ella dejò escrito, en la playa, con sus cenizas y tomando cava. Fuè emotivo y triste, al final todos nos alegrabamos de haberla conocido, de su filosofìa ante la vida sabiendo que su marcha estaba muy cercana. Es una entrada triste la que nos ofrece hoy aunque escrita con rigor y ternura.

    un fuerte saludo

    fus

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    1. Sí, Paco: la tristeza y la ternura no tienen porqué estar reñidas, a pesar de que el dolor esté presente.

      Un abrazo...

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  4. Luego de afrontar la enfermedad,las incertidumbres, las prisas, las preguntas, los cuidados... la tranquilidad de haber hecho todo lo que estuvo a su alcance. ¿Y después? Un hueco inmenso, un profundo vacío, la soledad, ¡Qué historia tan real, Carmen, cómo has logrado describir la sensación del protagonista! Felicitaciones y un beso grande!!!!

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    1. Diana, hay vacíos que es imposible evitar, por mucho que uno se vaya preparando para ello.
      Gracias por tus palabras.
      ¡Biquiños!

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  5. Querida amiga: Lo primero que hice,al abrir mi correo, fue entrar en tu casa.
    Acabo de leer ese triste relato, pero tan real y crudo, como la vida misma.
    Cuando vives años y años, al lado de la persona amada, y llega el momento en que, a uno de los dos le toca emprender ese largo viaje, el que queda se encuentra con esa soledad, tan dolorosa, que, sintiéndose perdido, es incapaz de pensar lo que va a ser su vida de ahora en adelante.
    Hay quienes aman el mar de tal forma, que piden que sus cenizas sean esparcidas en él.
    Yo todavía llevo reciente mi herida por la pèrdida de mi madre, el tiempo se ha ido pasando, pero mi herida no cicatriza. Ella quería que la incinerase, pero, sabiendo que yo sería incapaz de hacerlo, al fin la convencí para hacerle una especie de casita, un poco grande, donde pudiésemos descansar las dos, una al lado de la otra.
    Quisiera preguntarte tantas cosas...
    Esperaré.
    Te dejo un fuerte abrazo en ese tierno corazón, estoy pensando que te mandaré un montón, ya sabes, tienes que compartirlos.
    Kasioles

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    1. Kasioles, pregunta lo que quieras, ya sabes en dónde encontrarme. Y no temas, ya sé que los abrazos son para repartir.
      Cuidate mucho, amiga. Me atrevería incluso a decirte que no esperes si es que tienes preguntas, porque bien sabes, como yo, que nunca podemos saber el tiempo que nos queda.
      Otro abrazo para tí.
      ¡Biquiños!

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  6. Carmen, desolador el sentimiento que produce una falta de este calibre. La soledad entonces se aprovecha y amarga la existencia. Me ha encogido el corazón este relato, por como has conseguido con las palabras, abrir esa puerta al dolor y la empatía que da colocarse en el papel del protagonista.

    ¡Felicidades!

    Bessets.

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    1. Muchas gracias Nicolás. El dolor no es exclusividad de nadie, a todos nos llega en alguna ocasión, como al protagonista de esta historia, como a cualquiera nos puede llegar.

      ¡Biquiños!

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  7. Puffffffffffff mi niña...vaya que me dejaste fatal.Es un tema que le tengo muchiiiisimo respeto,como todo el mundo,me imagino,pero tengo a mis padres ya tan mayores...que me da paaaanico pensar en ello y en la soledad con la que se tiene que quedar uno.Claro...pienso en mis padres porque son los mayores en este momento,en el resto,no quieroooo ni pensar.Milll besitos corazón bueniiisimo,por cierto, sabeis algo de andré???Mil bikos desde el otro lado de la ciudad!!!

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    1. Hola Midada. Hace un ratito he dejado en Mensajero Blog más noticias sobre André. Él está bien, aunque los días en el hospital hacen mella en cualquiera, por muy fuerte que uno sea.
      En cuanto a la ciudad, creo que estos días en todos los lados de la misma nos estamos sintiendo de igual manera... Tenemos un mar maravilloso, y un precio que pagar por ello.

      ¡Biquiños!

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  8. Sabes Carmen, te he ido leyendo muy lentamente como siempre suelo hacer, quizás por ello no pueda estar en la casita d todos como quisiera a veces y tu maravilloso relato, tu impactante historia de vida me ha llegado al alma, no solamente por el dolor que queda en ese vacío eterno, si no por el ejemplo de vida, el ejemplo de amor.
    Siempre desde muy nena pensé el amor debía ser así, eterno, perdurable, vivir el uno del otro y de dos hacer uno, un solo latido, un solo corazón. Como me dice una amiga, he nacido fuera de época donde lo perdurable pasa a efímero y los sentimientos verdaderos perecen ante tantas cosas, lo cierto es que me inclino ante quienes lo logran, porque a pesar de esa soledad, de ese espacio que queda incapaz de ser llenado tuvo el privilegio enorme de así haber amado.
    Amar transmite al alma, la riqueza perdurable, definitiva, duradera, esa que no se pierde con el tiempo.
    Gracias por escribir tan hermoso.

    Carmen, te dejo un abrazo por estar al ladito de nuestro querido André, por saber ser buena amiga y mantenernos a todos informados,al igual que nuestra querida Kasioles, y otro abrazo muy apretaoooooooooooo, para que se lo des de mi parte, de la loquilla cubana que lo quiere mucho, mucho y lo extraña.

    Ahora voy a su blog a leer lo que dejaste para nosotros, te dejo mi agradecimiento y deseo de un bello día.

    Mayra

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  9. Carmen, por aquí de nuevo, aunque apuradita.
    No hay manera que pueda accesar a cargar más, me da error en página, ni siquiera sé si salió mi comentrio.
    De no ser así te ruego por favor le digas que estoy a su lado, me ha nacido un nuevo nietito y ando bien complicada entre el trabajo y el hospital.

    Mi sincero saludo,

    Mayra

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    1. ¡Hola Mayra! Ya André sabe lo de tu nietecito, se ha alegrado cuando se lo conté. Espero que todo vaya bien y que esa alegría te acompañe siempre.

      Gracias por tus palabras. Recibe un fuerte abrazo.

      Biquiños!

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  10. Una pieza de profunda carga emocional, Carmen; narrada con una prosa intimista y reflexiva que deja un sabor amargo en el corazón del lector.

    Muy buen trabajo.

    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Pedro. Hay veces que las cosas parecen salir desde muy adentro, y se nota...

      ¡Biquiños!

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  11. Un dejo de tristeza se ha quedado en mi cara, qué triste relato.


    Beso.

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    1. Hola Linda Flor!
      No estés triste por este relato. Al contrario, piensa en La Bella y en su sonrisa y verás como eso es muchísimo mejor.

      ¡Biquiños!

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  12. Una historia muy triste, en verdad. Demasiado triste, tal vez.

    Me deja pensando en esos "mandatos" que nos heredan los que se van. No creo que estén bien, pues alimentan un ego que busca extenderse más allá de la muerte a costa del vivo, que es el que sufre por partida doble... o triple. O lo empuja a una muerte prematura.
    Hace unos días leía una entrada muy interesante en un blog amigo, se llamaba (creo) ¿amar es sufrir?, donde analizaba estos ritos románticos (románticos en el sentido literario) y las consecuencias para los sujetos que aman a partir y desde el dolor.

    Por eso, como hecho literario, me hizo acordar a escritores como Víctor Hugo, Alejandro Dumas, etc. Autores que adoro, más allá de que no viva la vida como ellos la retrataban. Y desde lo personal, sólo espero que cuando yo deje este mundo, nadie tenga que cargar con ningún rito. Si fuera por mí, ni siquiera el de meterme en un cajón.

    Un beso enorme.
    HD

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    1. Humberto, algo tendrán que hacer: peor sería que te dejaran tirado en un rincón.

      Yo creo que de una forma o de otra, con ritos o sin ritos, el dolor por la pérdida de un ser querido no se puede evitar. Para muchos, esos ritos son una forma de ayuda a la hora de seguir adelante. Y quizá sea mejor meter a alguien en un cajón que, como está ocurriendo ahora mismo aquí, pensar que a ver si algún día ese alguien aparece, sabiendo ya que no está vivo, y sin tener ni idea de en dónde estará.

      Biquiños!

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  13. Asi es la vida, unos se van, otros se quedan.
    Un relato muy bello y muy triste, pleno de melancolia.
    Saludos.

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  14. gracias querida y admirada escritora por regalarnos tan reflexivo y emotivo relato, muchos besinos con todo mi cariño.

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  15. Siempre me han dicho que no debemos ver a la muerte como algo triste, pero eso es algo que no puedo evitar, perder a un ser querido es como cavar un hoyo en el corazón, dejando un vacío que no se puede llenar, se cicatriza la herida pero no se borra.

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    1. Cierto, Alezhi, no se olvida, siempre estará ahí.

      Biquiños!

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  16. Es un relato muy triste, es cierto y está narrado con tanta fuerza y sentimiento, que te metes en la historia y sientes la soledad del protagonista.
    Te encontré en casa de Kasioles. Me emociona el trato y afecto hacia André, el amigo virtual que está enfermo.
    No lo conocía pero eso es lo de menos. También le deseo lo mejor.
    Me gusta lo que encuentro en tu lugar. Volveré, con tu permiso.
    Un abrazo.

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    1. Juglar, estás en tu casa, puedes volver cuando quieras, aquí estaré. Bienvenido a este pequeño rincón.

      ¡Biquiños!

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  17. Hola Carmen.

    Un buen relato.Está en uno de esos momentos que forman parte de lo cotidiano y que nos suele parecer extraordinario cuando lo vemos de cerca, pasa igual con la vida, es decir con el nacimiento, es algo tan personal... Pero todo forma parte del vivir. El dolor aumenta en las personas más próximas. Me gusta tu manera de narrar.

    Gracias por tus palabras y por añadirme al blog, lo considero un honor. Si tienes ocasión llévale mi ánimo y mi afecto a André.

    Un beso.

    Aloe.

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    1. Hola Aloe, me alegra verte por aquí. Gracias a tí por tu visita y tus palabras en mi blog.

      André está al tanto de lo que sucede y deseando poder volver a casa y ver con más calma todo lo que le voy contando. Por cierto, Rubén ha publicado tu mensaje en el Mensajero Blog. Creo que has sido la primera persona en enviar mensaje por allí.

      ¡Biquiños!

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  18. Cada uno pasa el luto como puede o sabe, pero los apegos no son buenos, hay que saber tirar para adelante y recordar el amor con alegría.

    Me quedo en tu casita. He leido por ahí que estás pachucha, espero que estés mejor.

    Abrazos.

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    1. Hola ion-laos! Sí, gracias, ya estoy mejor (aún con antibióticos, pero mejor).

      Y sí, el luto cada uno lo lleva como puede, y en cada caso puede ser diferente; pero es algo que evidentemente hay que pasar, que necesita su tiempo. La vida sigue, y seguirá con sus cosas buenas y también con las no tan buenas.

      Un abrazo!

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  19. Tras las cenizas es lógico que haya un tiempo, presente y futuro, que solo sea pasado.

    Un abrazo Carmen

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    1. ¡Qué bien lo has resumido, Juan!

      ¡Biquiños!

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  20. Me detengo ante tu puerta una y una vez más y te digo: feliz domingo para ti y para todos los que te rodean acercándote la ilusión de vida…

    La que nunca te olvida y te lleva en el interior del sentimiento…

    Tu amiga María del Carmen


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    1. Muchas gracias, María del Carmen. Espero que tengas una linda semana.

      ¡Biquiños!

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  21. Qué relato tan entrañable, Carmen, es muy tierno en su obligada tristeza de pérdida, en ese hacerse cargo de la soledad por la partida de la compañera. Emociona, y mucho.

    Gracias por pasar por Cuentos a la luz de la luna, Carmen, es cierto, me sorprendió mucho la similitud de este blog con el mío, e incluso, hasta hace un tiempo, compartíamos el mismo fondo de estrellas :)

    Me dio mucho gusto haberte encontrado, aquí seguiré.

    Besazos.

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    1. La sorpresa también fue mía al descubrir tu blog, Liliana. Puedes estar segura que volveré por allí; creo que hay más similitudes que un fondo o una cabecera.

      ¡Biquiños!

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  22. Que desamparado, que triste, le queda un largo camino hasta asimilar y seguir adelante, guardando los recuerdos cono un bonito tesoro.
    Un biquiño,cuidate guapa:)

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    1. Hola Alondra. El tiempo es la clave para que todas esas cosas queden, por fin, en su lugar.

      ¡Biquiños!

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  23. Paso a darte bikiños en esta tarde de domingo triste para nosotros,los coruñeses.Mil bikiños carmen

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    1. Midala, es tan triste que cuesta encontrar palabras. Un fuerte abrazo para tí... Que tengas una feliz semana, si puede ser...

      Biquiños.

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  24. Um texto que remete aos jardins interiores...

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    1. Muy cierto, Moisés.

      Me alegra mucho verte por aquí.

      ¡Biquiños!

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  25. Qué triste y qué bonito querida Carmen.
    Siempre dicen que hay que tirar pá lante, aunque duela mucho.
    Un abrazo y mi solidaridad para todos los coruñeses.

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    1. Gracias, Towanda. Tiraremos "pa'lante", como se ha hecho siempre, aunque todavía las cosas aquí están en un momento muy difícil.

      ¡Biquiños!

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